La crisis y la situación actual del empleo, o más bien del desempleo, debería de obligarnos a reflexionar en si los patrones de conducta que conocemos y practicamos son los más acertados para reconducir dicha situación. Es necesario que los modelos tradicionales de negocio se reinventen. El momento de apertura que estamos viviendo, en todos los ámbitos, hace que la sociedad civil, las personas, tengan en sus manos un poder antes desconocido. Un poder que a la hora de crear y promover tendencias conductuales obliguen a las organizaciones empresariales a cambiar también su cultura empresarial. De ahí la afirmación de que la llave están en nuestras manos.
La frase de aquellos polvos trajeron estos lodos… se podría aplicar a la situación económica global que estamos viviendo. Quizás deberíamos asumir la parte de responsabilidad que cada uno de nosotros podamos tener en todo esto. Muchos son los factores desencadenantes. Modelos de negocio basados en planes cortoplacistas. La globalización, con el cruce de culturas que ello conlleva. El gigante chino, por ejemplo, con una cultura radicalmente diferente a la nuestra que basa su competencia en salarios bajos y al que las economías occidentales han puesto alfombra roja, claro ejemplo de la filosofía: ande yo caliente ríase la gente. Durante los últimos 20 años, además, se ha producido un cambio en la manera que tenemos las personas de comprar y vender. El acceso a la información que nos brinda Internet nos ha convertido en seudo expertos de todo sin poner en valor la experiencia que un profesional aporta en muchas situaciones. Sigue leyendo